Óscar Freire era un ciclista
español atípico. Fue un gran
clasicómano, extraordinario
sprinter y una referencia de
nuestro ciclismo con tres títulos
mundiales. Todo eso lo hizo con
una manea diferente de entender el
ciclismo: "Simepre iba por
sensaciones nunca busqué la
ayuda de la tecnología"

En una entrevista reconoce que siempre fue muy despistado
respecto a las bicicletas y componente con lso que compitió y no de
dio demasiada importancia al uso de unas ruedas u otras, pedales
más avanzados etc...: "Pues cuando corría realmente no sabía
las características técnicas de los componentes de la bici.
Cosas como el peso de cada una de las piezas de la bici o otros
aspectos que sí controlan muchos cicloturistas. Y si hablamos
de las bicicletas de los otros equipos…. pues mucho menos.
Me acuerdo de que a veces cambiaba de pedales y llevaba otros
más antiguos y yo no me daba cuenta pero la gente me lo decía. O
cuando salió el electrónico lo llevaba y los cicloturistas se
interesaban muchísimo".
El ciclista cántabro entiende a los ciclistas y triatletas que se gastan
un dineral por una bicicleta pero no lo comparte, ya que cree que hay muchos aspectos a los que deberían prstar atención antes de
ese gasto: "Es una pasión. Cuando uno tiene una pasión por
algo se puede entender perfectamente, aunque siempre hay un
límite. Hay que tener pasión en esta vida por las cosas que se
hacen. Es un aliciente para muchos. Nunca me compraría una
bici de tope gama como las que se están utilizando en marchas
cicloturistas, quizás porque las he utilizado y sé lo que es. Al
que se la compre también lo entiendo porque le puede gustar
tener lo mejor. No, porque ahora llevo una bicicleta como la que
tenía cuando era profesional y no ando ni la mitad. Creo que
entonces la bicicleta no es el problema".

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